ALBERT QUINTERO

28 de enero de 2013

A MI QUERIDO AMIGO....


Sunset at Casco Viejo, Casco Viejo, Panama City


…No es fácil decirle adiós a un amigo, y más cuando no conoces su “porqué”… Aquel momento cuando me entere de su pérdida, respire profundo y trate de analizar el porqué de su decisión… luego contuve mi aliento y mis lágrimas salieron como nunca antes… en ese momento, me refleje en él. Si!… recordé aquel momento en el que sentía mi vida con un vacio infernal, cuando no le encontraba sentido a cada paso que daba, cuando pensaba que la vida me arrebataba todo por lo que luche… si, ese momento tan frágil, que literalmente pensaba (y si, pensaba… ) que mi opción tal vez “también” era ir directamente hacia Dios y ser feliz con el de una buena vez!... Recapacité, y mi Dios me enseño a tiempo el porqué aun debo de seguir aquí, sufriendo, riendo, viviendo… Algo que tal vez mi amigo no noto en su momento. No lo culpo, el simplemente escucho a Dios como nadie lo ha escuchado y lo fue a buscar… Me sentía reflejado en su situación pues algunos optan por el “disque” camino más fácil (¿?)… no lo culpemos! El tal vez no entendió a tiempo el significado de la vida que a muchos nos cuesta entender, y se fue con Dios en busca de esa respuesta que el necesitaba. Hablemos lo que sentimos, lo que pensamos, lo que queremos A TIEMPO, tal vez sea solo un TE QUIERO lo único que necesitamos escuchar para estar en pie…

Frecuentemente me pregunto, Señor, con el corazón lleno de angustia ¿por qué el hombre tiene que morir? Y ¿por qué existe un fin para sus cosas? La muerte nos asusta porque trae consigo lo desconocido nos sumerge en la oscuridad, ¿por qué? Estos "por qué” punzaban profundamente. Por largos momentos me detuve en estos pensamientos. Después te conocí, Señor, y comprendí todo. Tu palabra me ha cautivado y me ha dado una respuesta llena de amor y de esperanza. La semilla muere para hacer germinar a la planta. Tú moriste para darnos una nueva vida. También nosotros morimos para vivir nuevamente junto a ti en la luz. Te espero, Señor, porque sé que estarás allá, con los brazos abiertos, para guiarme hacia un nuevo día... Ellos no se han ido del todo, aun permanecen aquí, guiándonos de otra manera, con otra forma... Hoy, solo es un día para recordar lo vivido, confirmar lo aprendido... un día del año que te nace decir "Podrías bajar solo un momento del cielo y regalarme un abrazo? Es que te extraño..." aun cuando sé que ellos me abrazan en cada despertar...

A aquellos, que aun no encuentran el significado de lo que es vida, que aun no encuentran motivos para seguir adelante o que los que poseen no les son suficientes… aprendamos las lecciones que nos da la vida… piensen en estas líneas: “El Amor de Dios es como el sol... único y cálido... el de tu flia, como la tierra... firme y llena de recursos a tu favor... el de tus amigos, como el aire... pasajera pero siempre refrescante... y el de tu pareja, como el mar... puede llegar a ser tan profunda y fuerte en sentimiento como también puede ser tan llana y frágil en su ser, solo es cuestión de aprender a nadar... depende de cómo lo mires, así es nuestro mundo.

En memoria de todas esas personas que ya no tenemos físicamente, pero que vivirán eternamente en nuestras mentes y nuestros corazones y que nos esperan con los brazos abiertos cuando Dios decida llamarnos a nosotros también a una mejor vida... Desde arriba, cuídennos y bríndenos la paz de su descanso eterno, nos volveremos a ver, de eso estamos seguros…


 La esperanza es y será el sueño de los que estamos despiertos…


(Dedicado en memoria de Jorge Collucci - 22-1-2012)

2 comentarios:

  1. Mi pésame mas grande para ti. Me encanta lo que escribes, me encanta leerte en aquellos momentos de silencio.

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    1. Muchas gracias corazon, hoy tendre un nuevo pensamiento, espero te guste.

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