ALBERT QUINTERO

25 de noviembre de 2013

AMOR DE PADRE...



Que tal amigos Bloqueros. En esta ocasion, les relato en este pensamiento llamado "AMOR DE PADRE", mi experiencia y los sentimientos que plasma un padre al momento de ver nacer parte de él en una vida... Espero lo disfruten y compartan esto a cada padre orgulloso de que lo resalten como tal! Un saludo!




Hace ya casi 3 meses de mi ausencia justa. Hace ya más de 5 que no escribía. Como pasa el tiempo no? Hasta que se quedan cortas las palabras de tantas cosas hermosas que uno puede vivir en tan poquito tiempo. Y, muy justificada mi ausencia. Todo es por una valida razón: El nacimiento de mi amado hijo. Y no está de más decir una frase que no pensé escuchar (refiriéndose a mi esta vez): "Ves, como tu vida da un giro de 180 grados con tan solo un llanto. El llanto de un nuevo ser que fue hecho por ti. Inocente, frágil, cuyo único propósito en la vida es llenar la vida de miles de momentos únicos". Creo que solo los que somos padres lo entendemos, aun los que no lo son ven, sueñan y viven solamente la punta del iceberg de este vertiginoso viaje. Wao! A veces me sorprendo de cómo se dieron las cosas. Definitivamente... Lo que a veces parece un final, es realmente un nuevo comienzo y ni siquiera lo notamos hasta que nos toca. Y de qué manera! A través de una pequeña e inocente sonrisa que te toca el corazón desde la raíz, más que cualquier otro amor de tu vida.

No es en todos los casos ni en todas las familias que un hijo nazca en una misma circunstancia eso lo sabemos! En ocasiones hay parejas que se proyectan a formar una familia; en otros casos, (mi caso), ni sabes que serás parte de una tan pronto. Seré sincero: Comenzó este viaje envuelto en una nube espesa como los magos cuando desaparecen... Alterado, impactado, sin saber cómo reaccionar. Reaccioné a tiempo, no sé si fue por instinto animal, poder de convencimiento propio o de alguien más, o impulso divino. Quien sabe: Solo Dios. Como todo primerizo no tenía una guía que me indicara por donde dar mi primer paso (y los siguientes) a este enorme y bienaventurado cambio. Digo, que esperamos de este humilde servidor sin una pizca de experiencia? La única experiencia fue el cuidar a dos angelitos prestados, pero el cuidar a tu propio hijo? Qué miedo!!!! Pero no fue sino gracias a unos padres con principios, la motivación de cada protagonista; del nuevo papa, de la nueva mama, la fuerte convicción de no fallarle a un amor que "no se tiene explicación de como llego ni de cómo se incrusto en nuestro cuerpo", fueron los reactivos a esta diversa explosión de momentos.

Todo tiene una causa. Un angelito aquel, que vino a hacer de las suyas. Y digo "de las suyas", porque llego para voltear tu vida "supuestamente resuelta" a un costado que jamás pensabas ver. Inexplicable? Totalmente. De cómo el amor de un ser que aún no ves, te haya puesto lentes a una visión efímera de lo que era tu vida y convierte aquellas razones por las cuales antes vivíamos por demanda, a vivir desde hoy según prioridades. Que te metes entre ceja y ceja que nada más importa, solo mi hijo! Como es que todo, absolutamente todo, comienza a tener otra forma tal cual tu sangre lo hace dentro del cuerpo de la mujer que guarda dentro de sí otra vida, tu vida?? Te comprendo mujer, que lo sientes día a día y te transforma en una madre completa que antes ni siquiera sabía cambiar un pañal. El Miedo a lo desconocido, el temor a no llegar a dar el ejemplo… Son muchas cosas que, a medida que ves y sientes el crecimiento de ese ser y del amor que le veneras, se disipan pooooco a poco (o más bien, se asimilan mejor...)

...Aquella tarde de Marzo, entre gritos e impaciencia de una "mami" y de un "papi", logras con un llanto potente y lleno de vida convencernos totalmente de que Dios nos prestó a uno de sus ángeles en el cielo y nos lo muestra en la tierra, a nuestros brazos. Al abrir sus ojos y escuchar mi voz por primera vez, ver su reacción de bajar un poco su llanto para abrir sus diminutos ojos por primera vez al tan solo preguntarle: "Te acuerdas de mi hijo..." (...) Fue como sentir que me conocía!! Fue tan especial e inolvidable pues sí, si me conocía realmente. El simple hecho del dejar de llorar al momento de decirle "hijo", fue sin lugar a dudas el momento más feliz de mi vida que hasta el sol de hoy aun me saca lágrimas de la felicidad de recordar tan inolvidable momento. Desde ahí, dio inicio un viaje sin retorno (y sin ganas de regreso), un viaje majestuoso de risas, llanto, muchísimo aprendizaje y grata alegría. Desde aquel día, comienzo a usar una palabra que, a pocas luces suena peculiarmente común, pero al decirlo con propiedad y en gradual plenitud, tiene más valor que cualquier seudónimo o inicial delante de tu nombre. Desde aquel día, no estoy solo. Inclusive, mi gratitud fue completa hacia aquella mujer que me acompaño en este camino, no por solamente ser mujer, no por solamente ser amiga, sino por ser por instinto, madre... Desde esa tarde de marzo, comenzamos una aventura tres personas inexpertas pero llenas de valor, dispuestos, pacientes, convencidos en el triunfo, con motivación. Con amor. Insisto, no pensaba que esto estaba dentro de mí. "Tu cuerpo reaccionara dependiendo del corazón que tengas y de la actitud que tenga tu corazón en tu beneficio..." Esta vez, ya no es para un beneficio directamente propio, sino para un beneficio común: hacer de un nuevo ser que se ama, un ser mejor que uno mismo.

...Y así es como mi vida da otro de sus giros sorprendentes. No hemos terminado nuestras lecciones de "hijos" cuando nos toca empezar a ser padres... O de nuestros propios hijos, o de algún ser querido, o en algunos de nuestros propios padres, y tenemos que hacer tanto o más de lo que ellos hicieron por nosotros. Ley natural? No lo sé, pero lo que si se es que es inevitable afrontarlo. Nos damos cuenta que Crecer es para los animales, y "madurar" es para los humanos. Naturaleza, hijos, padres... En donde el miedo a lo desconocido, el temor a lo inesperado y el principio que hemos aprendido al ir caminando por la vida nos hace meditar sobre estas tres palabras. Que dilema! Y es cuando comienzas a cambiar y evitar recordar los errores anteriores o incluso enmendarlos. Es aquí, cuando la vida te presentará razones para llorar. Es aquí, cuando le demostraras que tienes mil y una razones para reír. Por ti mismo, ya no más. Ahora eres el redactor del libro que lleva por título el nombre de tu amad@ hij@... Un libro en blanco en donde escribes sus primeros capítulos que harán que más tarde siga su propia guía, complementas sus siguientes capítulos como buen editor de biblioteca, y te conviertes en lector acérrimo de sus logros... Tan solo pensarlo, te quita sonrisas y te eleva el pensamiento hacia un mundo paralelo que tal vez jamás podamos alcanzar por completo.

Nadie en su sexto sentido puede decirle a un padre que no tenga la vocación de serlo, que no lo afronte, al contrario, no hay mejor motivación que el caminar a nombre de un hijo. Tal vez esto te lleve también a cometer errores, pero esa motivación intrínseca que aparece te ayuda a resolver y aprender de ellos. Digo no, ningún camino fácil te llevara a un sitio q valga la pena. Lo que si es cierto, es que esta vez, tu perspectiva cambia. Aquel giro inesperado, te desvía a un lugar sin pavimento, sin huellas. Solo tierra y aire. Diferencia: Aun no sabemos a dónde vamos, pero ahora nuestros ojos están más abiertos, y nuestra mente más clara al sentir que no estamos solos, que una cálida mano nos sostiene a este desvió sin rumbo. La prioridad cambio, y mis preguntas a tu futuro son vanas. Hijo, aun no se a qué te dedicaras, pero sé que todo lo que hagas bien o mal, será por un bien común: tu felicidad... Y es lo que no logra nublar mi mente y mi visión al caminar junto a ti.

Como tatuaje en la piel, mi inspiración de bohemio. Como la propia ley de Copérnico, todo gira a tu alrededor. No deseo que cambie este girar, pues desde aquella tarde de marzo, te convertiste en mi gravedad. Pueden cambiar mis ejes y mis direcciones al caminar, más mi gravedad siempre serás. A ti mi alma y corazón siempre irán desde que abriste tus ojos y me mostraste la pureza de tu alma. Tu llegada me hizo sentir al fin la tierra entre mis dedos, haciendo de mi un ser vulnerable y guerrero, que camina su presente con paso firme, siguiendo su instinto, sin perder de vista esas nuevas y diminutas huellas chicas a mi lado. Nunca había visto mi futuro tan incierto y a la vez tan lleno de esperanza, es placentero, masoquista tal vez... Nada te da más vida, alientos y fuerzas de caminar cuando un ángel solo te sonríe, con sus ojos llenos de amor y te regala una inocente palabra que estremece tu alma... 

Esa palabra, es "PAPA". Y asi me llamaré, mientras Dios me regale la dicha de serlo...

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